Durante años pensé que vestirme bien era una cuestión de presupuesto, de moda o de seguir tendencias que no iban conmigo. Hasta que entendí algo más poderoso: el estilo real se trata de estrategia. De usar a tu favor la moda con presencia y sin sacrificar tu esencia.

Y, sobre todo, aprendí que no necesito complicarme para lograr un look ejecutivo con impacto. A veces, es más cuestión de saber combinar las piezas correctas, de invertir en lo que realmente suma valor y de enfocarte en lo que otros tal vez no notan al principio, pero que termina marcando la diferencia.

Si me preguntan hoy cómo proyecto liderazgo desde el primer vistazo, mi respuesta es simple: me apoyo en una fórmula sencilla y efectiva. ¿La clave? Construir una imagen que trabaje por mí, sin esfuerzo. Que me dé porte, profesionalismo y, por qué no decirlo, unos centímetros extra de estatura que transforman por completo cómo me siento y cómo me ven.

En este blog te comparto las tres claves que han definido mi forma de vestir en ambientes formales y de oficina. Tres pilares que aplico todos los días y que se han convertido en una ventaja que no pienso soltar.

1. Elige zapatos que eleven tu presencia

Para mí, el calzado es más que un complemento. Es el cimiento de un buen outfit. Porque, seamos honestos: puedes llevar el mejor traje, pero si tus zapatos no están a la altura, toda tu imagen se cae.

Desde que descubrí los zapatos con realce interno, mi perspectiva cambió. No solo porque suman hasta +7 cm de estatura, que en mi caso hacen una gran diferencia, sino porque me obligaron a pensar más en cómo camino, cómo me paro, cómo me proyecto. La presencia se eleva, literalmente.

Los modelos de Max Denegri, por ejemplo, integran esta tecnología sin alterar el diseño clásico y masculino que busco. Y eso importa. Porque no se trata de parecer que estás usando algo extraño o notorio. Todo lo contrario. El realce es discreto, invisible desde afuera, pero poderosa por dentro.

Además, esos centímetros extra modifican tu postura. Te paras más erguido, te ves más seguro, y lo proyectas en cada paso. En una reunión, en un ascensor, en una presentación… estar más alto sin que se note explícitamente genera una percepción inmediata de autoridad. Y en entornos ejecutivos, eso vale oro.

Mi consejo es que inviertas mínimo en dos pares clave: uno negro tipo Oxford para ocasiones formales, y uno en tono café oscuro o caramelo para el día a día. Ambos con tecnología de altura. No solo elevarás tu look, también elevarás tu desempeño personal. Porque sí, cómo te ves influye directamente en cómo actúas.

2. Usa básicos bien combinados

No necesitas tener un guardarropa inmenso para vestirte como un ejecutivo. De hecho, entre más básico, mejor. Lo importante es que cada pieza tenga buen corte, materiales de calidad y, sobre todo, que se complemente con las demás. Aquí es donde muchos fallan: no se trata de cantidad, se trata de estrategia.

Yo me apego a ciertos básicos que nunca me fallan:

  • Camisas blancas y azul claro de corte slim.

  • Pantalones chinos en colores neutros (negro, gris, beige).

  • Un blazer gris oscuro o azul marino con buen fit.

  • Suéteres ligeros en tonos sobrios para capas intermedias.

Estas piezas me permiten crear múltiples combinaciones con pocos elementos. Y cuando quiero elevar cualquier conjunto, recurro a mis zapatos Max Denegri. No importa si es un lunes de oficina o una junta importante: sé que al añadir ese toque de altura, el conjunto se transforma por completo.

La clave está en que todo tenga coherencia visual. La camisa debe entallar bien en hombros y pecho; los pantalones deben cortar justo en el tobillo (nada de arrastrar la bastilla); y los zapatos, por supuesto, deben estar impecables. El brillo, la limpieza, incluso el aroma del cuero, todo cuenta.

También recomiendo tener una paleta de colores definida. No más de cinco tonos base que puedas combinar entre sí. Esto hace que vestirte sea más rápido y eficiente, pero también más estilizado. Un hombre que domina su estilo se nota, incluso con la ropa más sencilla.

3. Completa tu look con accesorios funcionales

Muchos subestiman el poder de los accesorios, pero te aseguro que marcan la diferencia entre verte promedio y proyectar profesionalismo absoluto.

Un cinturón de cuero bien cuidado, del mismo tono que tus zapatos, siempre suma. Un reloj elegante, no necesariamente costoso, pero con diseño sobrio puede comunicar orden, puntualidad y atención al detalle. Y una mochila ejecutiva estructurada, de materiales resistentes, no solo es útil: refuerza tu imagen de alguien preparado.

Aquí también aplica el principio de coherencia. Si eliges zapatos formales con alza interna, como los de Max Denegri, tus accesorios deben estar a la altura. Evita correas con logos exagerados, mochilas escolares o relojes deportivos si tu look es ejecutivo. Todo debe hablar el mismo idioma: el del hombre que tiene claro hacia dónde va.

Otros accesorios funcionales que recomiendo son:

  • Maletines de piel o mochilas ejecutivas con diseño minimalista.

  • Lentes ópticos con marco metálico o acetato sobrio, si usas.

  • Un perfume bien elegido que no sature pero deje huella.

Lo importante es que cada accesorio aporte valor, no que sature tu imagen. No necesitas llevar todo al mismo tiempo. Dos o tres detalles bien elegidos son más que suficientes para elevar tu look.

Eleva tu imagen. Eleva tu altura. Eleva tu presencia.

Hoy entiendo que no basta con “vestirse bien”. Hay que vestirse con intención. Cada prenda, cada accesorio y cada decisión que tomas al pararte frente al espejo influye en cómo el mundo te percibe. Y más importante aún, en cómo tú te percibes.

En mi caso, encontrar una marca como Max Denegri fue clave. No solo por la calidad de sus materiales o el diseño de sus zapatos, sino por esa tecnología de altura que me ha dado una ventaja silenciosa pero poderosa. Con su calzado, gano +7 cm sin que nadie lo note, pero con la certeza de que mi imagen impone desde el primer paso.

Porque no se trata solo de lucir elegante. Se trata de caminar con seguridad. De entrar a cualquier lugar sabiendo que proyectas lo mejor de ti. De transmitir profesionalismo, confianza y porte sin tener que hablar de más.

Así que, si estás buscando una forma efectiva, práctica y sin complicaciones de mejorar tu look ejecutivo, y de paso sumar altura, esta fórmula puede ser también la tuya. Yo ya no improviso. Porque entendí que cuando tu imagen trabaja a tu favor, el resto fluye.

Y tú, ¿ya sabes qué vas a ponerte mañana?

 

Mariana Rojas